REALES

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Hace unos días me encontré en una situación que considero les ha sucedido a muchos, estaba en mi tiempo con el Señor y de momento me sentí impotente al querer orar. Sentía que lo que Dios quería no era cercano a lo que yo podía darle y pensaba en una manera más formal para crear una oración que no iba ni siquiera a pasar del techo de la habitación donde me encontraba, porque hacía falta algo.
Unos pocos minutos pasaron para que fuera revelado lo que necesitaba en ese momento…

“Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento; dile lo que hay en tu corazón, porque él es nuestro refugio.”

SALMO 62:8 NTV

¡Justo ahí estaba lo que transformaría mi oración!, estaba implementando tantos adornos y extras a mis palabras que olvidé involucrar lo que mi corazón sentía, lo REAL, lo que había en mi alma.
Así sucede cuando nos esforzamos por una relación fuerte con Dios, el enemigo levanta barreras que impiden las oraciones REALES porque no le conviene que esas lleguen al corazón de Dios. Sin embargo, mira lo que dice la biblia:

«¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.”

APOCALIPSIS 3:20 NTV

Él nos llama constantemente y está ahí en todo momento, SIEMPRE HAY ALGO PORQUÉ ORAR, dile a Dios lo que hay en tu corazón, ¡Él quiere escucharlo todo! Desea que tengas una comunicación íntima y personal con Él. Dios no necesita de habladurías elocuentes y dificultosas, Él ve tu REALIDAD ¿Cuán real eres con Dios?

La invitación es llegar al corazón de Dios con oraciones REALES, no fingidas ni apresuradas, sino sinceras de corazón a corazón. Esto hará que Dios ocupe el lugar que debe tener en tu vida: la verdadera fuente de refugio eterno.

-Por Nadia Molina-