¡NO TE FRUSTRES!

¡NO TE FRUSTRES!

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«Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones»

2 Pedro 1:19 RVR60

¡Dios me dijo que! ¡Dios me mostró esto…! ¡Dice el Señor! Todas estas expresiones llegaron a ser verdaderamente frustrantes para mi, en mis primeros años en el cristianismo.

¿Por qué Dios le hablaba a los demás y no a mi? ¿Tengo algún tipo de bloqueo espiritual? Esto me hizo llorar muchas veces y hasta cierto punto, quiso hacerme sentir lejos de Dios.

Sin embargo, un día me llamaron a última hora para predicar en una reunión de jóvenes, y el tema que me dieron era nada más y nada menos que Juan 10, y yo estaba como ¿Es es serio Dios?

Para los que no sepan que dice Juan 10, les comparto uno de sus versículos, así van a entender mi lucha en ese momento:

«Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen…»

Juan 10:27 RVR60

¿Cómo le iba a decir yo a esos jóvenes que podemos escuchar a Dios, cuando justamente esa era mi gran lucha?

Y de repente pasó: No bajó un ángel, no apareció ninguna luz en el cielo, todo lo contrario, fue en un momento cotidiano, mientras iba conduciendo, que mi corazón escuchó decir: Si no me escucharas, no estarías donde estás ahora.

No fui yo, no fue mi conciencia, simplemente era Dios hablando a mi corazón, diciéndome que Él si me hablaba y yo que yo lo escuchaba.

Entendí que Dios me había hablado desde el día uno, y que la forma en que siempre me había hablado era a través de su palabra. La palabra de Dios fue la antorcha que brilló en mi oscuridad, gracias a ella comprendí que Dios me amaba, que podía confiar en Él y que debía arrepentirme de mi pecado…desde ese momento, ya que casi suman ocho años, Dios no ha dejado de hablarme.

Si me dijeras hoy en día: Ale, a mi Dios no me habla, yo te diría ¿Cada cuánto lees la biblia?

Si te pasa lo mismo que me pasó a mi, que te sientes frustrado porque quieres escuchar a Dios, te pido a que dejes esa frustración a un lado, que no te compares con los demás, y que habrás más a menudo tu biblia, y permitas que Dios guié tu vida.

-Por Ale Carrillo-