
MI DELEITE
Escucha este Pan Diario aquí:
«Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos.»
Salmo 37:4 DHH
He comprendido que el concepto de amor ha sido erróneamente entendido, de niños a muchos nos enseñaron que el amor es condicional, si haces lo que pido, si te portas bien, si eres un buen niño, todo a cambio de ser amado.
De grandes entendemos que el amor es circunstancial, según el momento y eventos que estés pasando con tu pareja o seres queridos, decides amar, no volvemos almaticos, es decir emocionalistas y amamos según la condición de nuestro corazón, somos inestables, hoy amamos pero mañana odiamos.
Es por esto que me lleva entender que el amor que nosotros como seres humanos tenemos hacia Dios y los demás, es muy imperfecto y cambiante, algunos amamos a Dios cuando Él cumple todas nuestras peticiones o caprichos, pero cuando no es así vivimos como sino lo amaramos.
Ese mismo versículo en otra versiones dice que entregarle a Dios nuestro amor es igual a deleitarse, cuando algo es un deleite nunca será carga ni algo fatigoso, sino más bien un placer continuo.
A mi en lo personal me gusta mucho el helado en todos sus colores y sabores, esto a mi me produce mucho placer, podría comer helado todos los días y no empacharme, pero como consecuencia a complacer mi deleite muy posiblemente se me añadiría unos cuantos kilos.
Si amar al Señor es como comer helado entonces, cuando el Señor nos pide que le amemos o deleitemos en Él, es hacer algo que sea nuestro placer continuo, que nunca sea cansado leer su palabra, que nuestra oración no sea un monólogo repetitivo ni que el servirlo sea una carga fatigosa, que el amor por nuestros hermanos no sea algo fingido.
Cuando nuestro amor por el Señor llega a tal punto de ser profundo y genuino, como consecuencia el cumple nuestros anhelos. Para Él conceder los deseos profundos del corazón solo será efecto secundario,
porque Él sabe que nada de lo que podamos desear ocupará su lugar, porque Él es nuestro mayor deleite.
Y así podremos entender la profunda declaración del salmista en el Salmo 73:25:
¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Te deseo más que cualquier cosa en la tierra.
Sal 73:25 NTV
Con toda tu entendimiento, hoy puedes reflexionar: ¿Qué es tu mayor deleite y el foco de todo tu amor en tu diario vivir? ¿Qué está dirigiendo tu vida y consumiendo tus fuerzas? ¿Realmente usted ama al Señor como lo dice con sus labios? ¿Es Él tu mayor deseo, o ama usted más sus peticiones, anhelos y las respuestas del Señor? ¿Te has resentido o se ha amargado tu corazón, porque no recibes del Señor lo que esperaba?
Entonces es muy posible que:
💚Es tu amor circunstancial
💚Es tu amor condicional
💚Es tu amor interesado y cambiante.
Son muchas respuestas que tienes para conversar con Él… Ya sabes por donde empezar a orar hoy, tal vez empezando por ser sincero con el Señor
-Pastora Cleyra Rodríguez Cubillo-