LARGA VIDA Y PROSPERIDAD
Escucha este Pan Diario aquí:
Muchos de niños escuchamos la historia de Juanito y el lobo, que era un niño que se divertía dando gritos de auxilio diciendo que era atacado por el lobo, los leñadores corrían en su rescate para finalmente encontrarlo en carcajadas haciendo burla porque los había agarrado de tontos, la historia de repitió muchas veces, hasta que un día realmente fue atacado por el lobo, pero ningún campesino ni leñador acudió a su llamado porque estaban cansados de sus mentiras. Y está vez la mentira que sembró muchas veces, acabó con su corta vida.
Y pues precisamente ese es el consejo del salmo de hoy, el Salmo 34, nos pregunta y a la vez aconseja:
¿ Quieres vivir una vida larga y próspera ?
Salmo 34:12-13 NTV
¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras
Un consejo simple pero profundo, ese salmo nos dice:
1️⃣ Guarde su boca de maldecir: hablar mal, es lo mismo que maldecir y es que muchos en todo lo que hacen por costumbre tienen una mentalidad negativa, esperando siempre lo peor, siempre está su lengua llena de palabras desalentadores, sin saber que al hablar mal de algo, ya lo está maldiciendo.
2️⃣ Vivir en la mentira: las mentiras son como imanes, entre más grandes más fuerte es la atracción entre ellas, es que siempre una mentira por pequeña que sea va necesitar otra y otra, hasta volverse un mar de mentiras, que termina ahogando a quien las dice.
«El Señor detesta los labios mentirosos, pero se deleita en los que dicen la verdad.»
Proverbio 12:22 NTV
Esta es la razón por la cual es difícil tener una vida larga y próspera si nuestra lengua está llena de mal y mentiras, pues el Señor no puede bendecir lo que el detesta.
El mal y la mentira son muy contagiosos, son de los primeros pecados que usted puede ver aún en niños pequeños, estos muchas veces se aprende pero otras veces surgen así de nuestra propia naturaleza.
Pero el salmo nos dice que tenemos la posibilidad de refrenar la lengua, o sea el Señor nos concede autoridad para lograrlo y poder alcanzar la prosperidad que quiere darnos.
Oremos y pidamos al Señor su ayuda
-Pastora Cley-
