LA OMNIPRESENCIA DE DIOS
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Los salmos es uno de los libros con más adoración al Rey de Reyes .
Él ha bendecido a muchos corazones, en toda circunstancia, en enfermedades, en nuestro insomnio, en nuestro amanecer, al acostarnos, etc.
Cuando recurrimos a este libro, encontramos una gran bendición para nuestra alma en la vida diaria, porque él recorre cada pensamiento, cada impulso, cada emoción que pasa por nuestra alma, siempre habla a nuestro corazón y encuentra un acorde sensible donde quiera que nosotros leamos.
Cuando yo inicié a leer la biblia, en los Salmos siempre encontraba algo que le hablaba a mi corazón.
Pero como dicen por ahí, hubo uno que me sacó el menudo y es el Salmos 139. Les invito a que luego lo lean completo .
Desde niña siempre escuchaba a mi mamá y a todos decir «Dios todo lo ve, todo lo sabe a Dios no se le puede mentir», pero yo no sabía con detalle del significado de la omnisciencia y omnipotencia de Dios, y cuando llegué a este versículo, lo entendí:
«Tu has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.»
Salmos 139:2 (RVR60)
Eso me traspasó el alma, cuando recordé que en algún momento como reacción a una ofensa o contrariedad, pensé en desahogarme pronunciando un fuerte insulto, pero me contuve quizás por la presencia a que otra persona me escuchará. Esa palabra o expresión que no llegó a mi lengua, fue conocida por Dios.
Me sentí avergonzada por todos aquellos pensamientos inadecuados que sin entendimiento mi mente había procesado.
Y luego leer:
¿A donde iré de tu Espíritu?
Salmos 139:7 (RVR60)
¿Y a donde huiré de tu presencia?
Pensé: ¡no puedo escaparme ni viajando al espacio!.
Desde el momento en que somos concebidos en el vientre, nunca nos apartamos de la presencia de Dios, el formó cada parte de nuestro cuerpo y desde siempre conoce todo de mí.
«Mi embrión vieron tus ojos y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron formadas, sin faltar ni una de ellas.»
Salmos 139:6 (RVR60)
Al estudiar este salmo me doy cuenta, la delicadeza que tuvo Dios al crearnos, del cuidado, no hemos dejado nunca de estar fuera de su alcance, de su vista, de su presencia.
Dios es omnipotente es decir, Él todo lo puede, es omnisciente, lo sabe todo, posee conocimiento de todas las cosas, posee el máximo poder concebible y es omnipresente, es decir puede estar presente a la vez en todas partes.
¡Ese es el Dios que nos cuida y nos ama!
«Señor te doy muchas gracias por mostrarme tus atributos, enséñame a tener un corazón agradable a tí, a poder honrarte, alabarte, que tú puedas mirar mi corazón con agrado.»
-Por Magaly Ramirez Rodríguez-
