
ESCRIBE TU PROPIO SALMO
Escucha este Pan Diario aquí:
Cada libro de la biblia tiene sus características específicas, algunos nos cuentan las cosas de una forma muy cercana, como leer una carta, otros son más proféticos y nos hablan con un poco de misterio, también, hay otros románticos que nos sacan alguna sonrisa y hasta nos sonrojan; pero cada vez que yo leo los Salmos, siento que leo un diario, un diario que muchas veces pareciera escrito por mi.
David, escribe canciones alegres pero también suplicas pidiendo auxilio, en Salmos 25 :16-18 leemos:
“Vuélvete a mí y ten misericordia de mí, porque estoy solo y profundamente angustiado. Mis problemas van de mal en peor, ¡oh, líbrame de todos ellos! Siente mi dolor, considera mis dificultades y perdona todos mis pecados.”
Salmos 25 :16-18 NTV
Este Salmo, nos muestra muchas cositas maravillosas pero quiero que veamos, tres específicamente.
La primera es que necesitamos estar dentro del radar de Cristo, necesitamos que Él nos vea y nos brinde su misericordia para poder continuar con nuestra vida llena de dificultades.
Tener la misericordia de Dios en nuestra vida nos habla de su bondad, de su fidelidad, de su gracia y por su puesto de su amor inigualable. Y que maravilloso es poder entender esto.
La segunda es, que podemos contarle nuestros problemas a Dios, aunque Él ya los sepa. No importa lo que estemos pasando el siempre está dispuesto a escucharnos y se encuentra atento a nuestro grito de auxilio, a qué le digamos: ¡Señor necesito que me libres de esta situación, necesito ver tu mano poderosa en mi vida!, y esto no significa que va a pasar lo que nosotros queremos, y ese en un gran error a la hora de pedirle a Dios que intervenga en nuestras situaciones, porque creemos que si Él no hace lo que nosotros queremos es porque no intervino, Dios hace lo que a Él le place y eso debería ser suficiente para nosotros.
Y por último, David dice: Siente mi dolor, muchas veces cuando pasamos una situación difícil o por un proceso que nos duele, no queremos que la gente nos de soluciones sino simplemente que nos escuche, que puedan sentir por un momento lo que estamos sintiendo, queremos compartir ese dolor con alguien más sin ser juzgados, sin que nos encuentren culpable por tomar una mala decisión, o porque estamos pasando algo que simplemente sucedió, como una enfermedad.
Job no supo por qué sufrió, pero conoció a Dios y eso le fue suficiente. Por eso es importante que nuestro tiempo de dolor lo aprovechemos para conocer a Dios y que eso sea suficiente para nosotros.
Al igual que David recuerda que puedes decirle al Espíritu Santo cómo te sentís y saber que Él te escucha, te consuela y te ayuda, ¡así que no temas en escribir tu propio salmo!
Un abrazo y que Dios te bendiga.
-Por Shellsea Baltodano Matarrita-