ASI NOS VE

ASI NOS VE

Escucha este Pan Diario aquí:

No fue un tiempo fácil para el pueblo de Israel, a causa de su pecado (idolatría), Dios los entregó a los madianitas, que durante siete años los oprimieron al punto que los estaban dejando morir de hambre.

A pesar de que el pueblo de Israel estaba así a causa de su pecado, ellos clamaron al Señor para que los libertara, y el Señor que es misericordioso, decidió levantar a un hombre para que encabezara un pequeño ejército que se enfrentaría a los madianitas y los vencería.

Ese hombre se llamó Gedeón, tal vez alguna vez has escuchado hablar de él, tal vez no, pero su logro fue impresionante, este hombre, con tan solo trescientos soldados, peleó y venció a un ejercito de más de 120 000, este hombre por su propia mano venció a los reyes de Madián.

¡Que valiente Gedeón! ¿verdad?

Pero hoy les quiero hablar del Gedeón del que también nos habla la biblia, pero del Gedeón que aún no se había convertido en soldado ni había obtenido tantas victorias, te quiero hablar de un Gedeón que un día estaba trillando trigo en el fondo de un lagar para esconder el grano de los madianitas, de un Gedeón que estaba desilusionado de la vida, que ya no creía en los milagros y que se sentía abandonado, a este hombre miserable un día se le presentó Dios mismo, y ¿sabes que fue lo primero que le dijo a Gedeón?, le dijo:

¡Guerrero valiente, el Señor está contigo!

Jueces 6:12 NTV

Dios le dijo a Gedeón que lo había elegido para libertar a Israel, pero ¿sabes cuál fue la respuesta de este hombre?

«Pero, Señor -respondió Gedeón- ¿cómo podré yo rescatar a Israel? ¡Mi clan es el más débil de toda la tribu de Manasés, y yo soy el de menor importancia en mi familia!»

Jueces 6:15 NTV

Gedeón era débil y sin importancia, él mismo lo creía y así lo creían todos a su alrededor, pero ¿sabes cómo lo veía Dios? Dios lo veía como un guerrero valiente.

Creo que estos versículos hablan solo, no tengo mucho que agregar, me cuesta poder transmitirles lo que Dios puso en mi corazón cuando leí esto.

Es que amigos, por muchos años yo me sentí tan miserable, pero al igual que Gedeón, tuve un encuentro personal con Dios, y me di cuenta que Él no me miraba como yo me miraba, aunque yo me sentía derrotada y sin nada que dar, Él me miraba como una mujer victoriosa, con mucho que dar, y desde ese momento hasta ahora, Él me ha colocado también en los lugares correctos para poder pelear mis propias batallas y he obtenido muchas victorias para mi Señor Jesús.

No sé qué piensas de ti mismo, cómo te ves o qué piensan de ti los demás, pero sí sé que Dios te mira diferente, Él te mira valioso, fuerte, valiente, con mucho que dar, Él ve en ti tanto potencial, Él te mira y dice: “Quiero darte tantas victorias”.

Para los Gedeones de esta generación, dejen de esconderse de sus enemigos, que el Señor los quiere liderando ejércitos, el Señor los quiere obteniendo victorias.    

-Por Ale C.-